El 4 de noviembre, la Casa de Cantabria en Madrid celebró un acto de homenaje al exfutbolista y exentrenador Vicente Miera, esposo de Margot,
al que acudieron representantes de equipos en los que jugó o entrenó, como Emilio Butragueño (director de relaciones institucionales del Real Madrid), Luis de la Fuente (actual seleccionador nacional) o Roberto Solozábal, en representación del Atlético de Madrid, así como un representante del Real Oviedo, equipo del que formó parte en más de una ocasión y el presidente del Racing de Santander, Manolo Higuera. No faltaron tampoco numerosos videomensajes llenos de cariño de parte de equipos como el Sporting de Gijón, la RSD Tenerife o el Comité Olímpico Español en la figura de Alejandro Blanco.
Durante el acto se destacó la calidad humana de Vicente Miera y los valores de los que hizo gala en el deporte y que transmitió a su familia, que estuvo arropándole en este homenaje. “Eres un símbolo para nuestro club y un referente en Cantabria. Eso no implica solo el deporte, sino la persona. Eres un mito del fútbol español. Eres un caballero, un hombre de bien y toda tu trayectoria se ha encargado de corroborarlo. Gracias por todo lo que nos has dado”, aseguró Higuera.
La Casa de Cantabria de Madrid, presidida por José Manuel Conde, puso el broche de oro al reconocimiento a Vicente Miera, poniendo su nombre a uno de los salones sociales
de su sede.
En su currículo destacan una Copa de Europa, la sexta, expuesta durante el homenaje, y siete ligas con el Real Madrid y la medalla de oro conseguida al frente de la Selección Española en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.
Como futbolista debutó con el Racing en 1960, al final de una temporada en la que los verdiblancos se proclamaron campeones de Segunda División. Al curso siguiente fue titular en Primera y su buen rendimiento le llevó a fichar por el Real Madrid, en el que estuvo ocho temporadas antes de terminar su carrera con dos cursos en el Sporting. Con los blancos ganó siete ligas, una Copa y una Copa de Europa.
Como entrenador, fue seleccionador español y se proclamó campeón olímpico en Barcelona 92. Dirigió 335 partidos en Primera en el Real Oviedo, Sporting, Espanyol, Atlético de Madrid, Tenerife, Sevilla y Racing, donde se recuerda con pasión la goleada por 5-0 al Barcelona.